El pasado 30 de julio fue un día marcado en rojo en muchos calendarios, una fecha que se podía catalogar de histórica en el panorama de la electrónica española. Y es que el mítico Monegros Desert Festival volvía tras 8 años sin celebrarse, y lo hacía a lo grande. Durante 22 horas, alrededor de 55.000 asistentes bailaron al ritmo de más de 120 artistas y en 11 escenarios distintos, en la que fue la edición más grande del festival. Un montaje nunca visto hasta el momento en nuestro país, convirtió el desierto en un efímero parque de atracciones electrónico, en el que podías bailar dentro de un avión Airbus A330, delante de un antiguo tren de mercancías, en una auténtica catedral o enfrente de un enorme escenario diseñado con materiales reutilizados, como era el Soundsystem Temple, entre muchas otras localizaciones, y todo ello con artistas como Paul Kalbrenner, Vitalic o Richie Hawtin. Nosotros tuvimos la suerte de poder asistir y te lo contamos en esta crónica.
Durante estos últimos meses se había especulado que el festival podría ser bianual o trienal, pero estaba claro que Monegros no podía volver a desaparecer en el año de su 30 aniversario. Así, tras evaluar la edición, la organización ha anunciado que el próximo 29 de julio, el desierto se vestirá de lujo para celebrar el trigésimo aniversario de la cita.
"Ha sido una decisión muy meditada, ya que realizar un festival de 50.000 personas en un desierto es todo un reto logístico y operacional, sin embargo, tenemos muchas ganas de volver el próximo año y de mejorar el festival para que los clientes tengan una mejor experiencia con respecto el año pasado! " , comentan Juan y Cruz Arnau, fundadores de Monegros.