Un gran mainstage con el campo de fondo, combinado con una muy buena organización por parte del personal y espacio, demostraba que se había trabajado, y mucho, en esta edición, aunque quizás, para futuras ediciones, valdría la pena organizar las pistas de baile de otra forma para hacerlo más cómodo. En el escenario los ocupantes de las zonas VIP pudieron estar detrás de los artistas creando un ambiente Boiler Room que a nosotros nos encanta.
Debido al temprano horario de inicio y a la que algunos medios denominaron como la peor ola de calor de los últimos 20 años, los primeros artistas tuvieron que realizar su sesión con un público al que le costaba llegar. En el escenario principal no fue hasta el set de Karretero y Raúl Pacheco que se vio la grada y la pista bastante pobladas. Este B2B fue lo esperado y los asistentes disfrutaron de una sesión muy bailable que ayudó, por unos momentos, a olvidar el calor que a esa hora todavía era intenso.
Al acabar el set del madrileño y el extremeño, la estadounidense Onyvaa se puso al mando de la cabina con una sesión que nos sorprendió por la contundencia que tuvo desde el principio y con un público ya muy numeroso y entregado. Onyvaa fue la primera de las 3 artistas que cerraban el mainstage, cada una con un set más contundente al anterior.
Y es que la siguiente en actuar fue Indira Paganotto, que con su Techno, GOA, PSY, llámalo como quieras, puso la pista patas arriba como nos tiene acostumbrados. Tras hora y media de sesión, la canaria dio paso a la que muchos esperaban con ansias, y no sin motivo, ya que para nosotros realizó la mejor sesión de la noche.
Estamos hablando de Charlotte de Witte, actual número 1 del TOP 100 DJs alternativo de la DJ Mag. La belga realizó un set como nos tiene acostumbrados, haciendo las delicias del público y cerrando el festival como era debido. El público lo dio todo, sobre todo en los temas más conocidos de la DJ como su remix con Enrico Sangiuliano de "The Age Of Love". Incluso vimos bailar a gente que perfectamente podría tener más de 80 años. Con ella el festival acababa, pero aún os tenemos que hablar sobre el segundo escenario.
En un espacio bastante más íntimo, la fiesta de The Bassement, NOX, hosteó el segundo escenario. Un escenario más humilde en diseño, pero no en talento sobre él y del que queremos destacar dos sesiones. La holandesa Chelina Manuhutu no defrauda nunca, y el público lo sabe, tanto es así, que durante su sesión fue el único momento de la noche que vimos el aforo del stage completo y gente haciendo cola para entrar. Tras ella, el creador del sello y fiesta en Ibiza Repopulate Mars, Lee Foss, realizó un excelente set fiel a su estilo y muy bailable.
Finalizadas las sesiones en el Wanda, NOX y The Bassement fueron los encargados de alargar la fiesta en el club madrileño con algunos de los artistas que habían actuado en el festival, dando así por concluido el segundo capítulo de Maudes Festival.
Después de una primera edición marcada por las restricciones, y de una segunda más que buena, estamos seguros de que Maudes Festival ha llegado para quedarse, y que año tras año nos veremos en sus pistas de baile.