MONEGROS 2023: ASÍ VIVIMOS SU 30 ANIVERSARIO

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El pasado 29 de julio era un día marcado en rojo al calendario de muchos de los amantes de electrónica. Era el día de la celebración del 30 aniversario de Monegros Desert Festival, uno de los festivales más míticos de nuestro país. Su ubicación, en medio del desierto, las temperaturas extremas durante las 22 horas de festival y su increíble cartel, hacen de este evento, una experiencia única en Europa.


Más de 50.000 personas llegadas de unos 90 países distintos siguieron la llamada del desierto y asistieron a esta efeméride tan importante y, como no podía ser de otra manera, DJ Warm Up estuvo presente en Monegros, por segundo año consecutivo, para contaros como es la experiencia monegrina.


Se trataba de la segunda edición después de su vuelta tras 8 años sin celebrarse, con un formato totalmente renovado que lo convertía en uno de los festivales más grandes de España. Con un total de 11 escenarios, Monegros disfrutó de las actuaciones de 120 artistas. Pero de esto ya hablaremos después.



Antes de nada, nos gustaría destacar el tiempo que se ha dedicado a solventar problemas de la pasada edición, y a mejorar aspectos que ya eran más que correctos. La organización escuchó a los asistentes de 2022, y se notó mucho. El nuevo plan de movilidad, diseñado para reducir colas al llegar y al marcharse, resultó ser un éxito y, por lo menos en nuestro caso, llegamos antes del opening sin colas y nos fuimos después del cierre sin apenas atascos. En el parking también nos encontramos con la nueva estación de autobuses, equipada con todo tipo de servicios para que la espera al marcharse sea lo más cómoda posible.


La entrada y el guardarropa también se ampliaron respecto a 2022, y al lado, en el punto de información, te encontrabas con una pantalla donde se anunciaban los cambios en los horarios que iban sucediendo, además de otras que estaban repartidas por el recinto. Este era otro de los puntos que más pidió la gente en 2022, ya que al tener poca, o nula, cobertura, los anuncios de cambios de horario por redes sociales no llegaban al público.


Una de las primeras cosas que se hace al entrar a Monegros es pasar por la tienda de merchandising a comprar tus productos favoritos antes de que se agoten. Aquí también hubo una notable mejora, las colas sin control del año pasado se convirtieron en carriles delimitados por vallas que facilitaban la compra. Las colas eran largas, pero ni punto de comparación con 2022.



En todo desierto tiene que haber un oasis, y en Monegros había unos cuantos, como el Artist Village, con tren de mercaderías incluido. Los puntos de descanso también mejoraron y se incrementaron, pero, sin duda, la joya de la corona era el punto de agua gratuito. La locura por rellenar tu cantimplora en 2022 no se repitió y la organización puso 75 grifos bajo carpa, con seguridad y carriles de acceso. Pasamos varias veces a rellenar la cantimplora, y en ninguna de ellas hicimos más de 5 minutos de cola.


Si lo tuyo no era el agua, había infinidad de barras repartidas por todo el recinto, con un servicio mejorado, cerveza fría durante todo el evento (otro de los puntos a tener en cuenta) y con abastecimiento suficiente del resto de productos. Solo nos encontramos con que faltaban algunos productos en algunas barras a partir de las 9-10 de la mañana. Hablando de bebida, también hay que hablar de comida, y es que se aumentó el número de foodtrucks y la variedad de ellos, pudiendo elegir entre multitud de propuestas gastronómicas.


Los baños también mejoraron esta edición, con una limpieza y vaciado más frecuente y con un incremento del 40%, pasando de 515 sanitarios a 729. El reciclaje estuvo más presente con nuevas papeleras y un aumento del 50% del personal de limpieza. Incluso había un punto donde, por solo tirar una botella, podías ganar hasta un VIP Upgrade para tu entrada, además de cervezas o bolsas.


Finalmente, antes de ir escenario por escenario, hubo otras actividades paralelas por el recinto, como la firma de libros de Juan Arnau, con su novela "Bailar en el desierto". Ahora sí, después de este largo hincapié en las numerosas mejoras, empezamos con los escenarios. También destacamos las nuevas letras gigantes que forman la palabra RAVE.



El mainstage era el ya clásico Soundsystem Temple, un soudsystem gigante de madera que albergó al equipo de sonido más potente del festival. En él, pudimos disfrutar de música urbana como Fernando Costa, que invitó al final de su actuación al granadino Fran DC, que presentó su remix oficial de "Malamanera"; o a los esperados Wu-Tang Clan que, aunque se había anunciado, finalmente no actuó con la banda completa.


También se pudo disfrutar del mejor Drum and Bass con los australianos Pendulum en formato banda. Su actuación, con clásicos como "Tarantula", "Blood Sugar" o "The Island", fue uno de los mejores momentos del festival.


Entrando en el Techno, el escenario fue la casa de artistas como Joseph Capriati, Amelie Lens, que pocos días antes había anunciado que estaba embarazada, pero que no interfirió para nada con su sesión, o un impecable Richie Hawtin


Con I Hate Models vimos salir el sol, y con Reinier Zonneveld empezamos a sudar de nuevo bajo él. Un Reinier que días después batiría un récord Guinness con un live de 11 horas y 11 minutos, convirtiéndose en el directo de electrónica más largo jamás hecho.


Llegaban las 10 de la mañana y la música llevaba parada unos minutos en el escenario principal. Cada vez, más y más gente iba llegando al Soundsystem Temple para despedir Monegros 2023 como se merecía, con el cierre de Andrés Campo. Una sesión de 2 horas que no dio tregua en ningún momento. A la mitad de la sesión, sorpresa, apareció Kase.O para cantar sus temas "Mitad y Mitad" y "Ringui Dingui" remezclados por Andrés. Continuando con su remix de "Los Perros" de Arde Bogotá, Andrés inició así la última hora de una sesión que podéis ver a continuación.



Nos movemos unos pocos metros en línea recta para irnos hasta la Techno Cathedral, una compleja estructura que lo tiene todo: un sonido 360º que te envuelve totalmente bajo la sombra. El sistema aspersor estuvo abierto a momentos a causa del viento y evitando la posibilidad de que el agua llegase a la cabina. Aquí, a medida que pasaban las horas, había que ser más valiente para bailar. ¿El motivo?, el barro creado por el aspersor fue ganando sitio hasta el punto que el público se lo pasaba mejor con el barro que con la música.


Este fue el primer escenario en abrir. A las 14:00h en punto, Paco Osuna cambiaba el cierre del año pasado por el opening de este, llenando la pista desde el primer minuto. Dos horas después, y ya con todos los escenarios abiertos, Indira Paganotto revolucionó el stage a base de lo que más le gusta, la contundencia. Una sesión que hubiera estado mejor unas horas después, pero que, por motivos de viajes de Indira, se realizó temprano.



A la canaria le siguió un desfile de artistas descomunales como son los veteranos Sam Paganini, Ben Sims y Óscar Mulero, iconos del Techno mundial. Ya por la noche, fue el turno de Fjaak, Anna; Sama' Abdulhadi, que este año sí que pudo actuar y lo hizo por partida doble; Anfisa Letyago y su toque siempre distinto al resto; y Dax J en un b2b con SPFDJ. Un cartel de lujo para un escenario que el año que viene evolucionará a algo más espectacular. Veremos con que nos sorprende la organización.


El amanecer estuvo protagonizado por Kobosil y los primeros rayos de sol intensos aparecieron con Regal. Finalmente, Klangkuenstler nos trasladó a otro mundo con su cierre. Increíble lo del alemán.



Vamos ahora a la gran novedad de este 30 aniversario, el Open Air. Albergando en exclusiva en nuestro país a la marca Drumcode, el mítico escenario estrenaba imagen este año. Una estructura psicodélica y otras de ubicadas en el centro de la pista, que estuvieron en movimiento durante todo el festival gracias a sus mecanismos. Además, de noche el escenario tiene iluminación propia, que se complementa con un videomapping espectacular. Solo encontramos una pega, y es que para los que nos gusta ver al DJ, quizás el artista quedaba un poco escondido.



Aquí, la elegancia estuvo 100% asegurada con actuaciones como las de Kölsch, que también hizo un b2b con Kevin de Vries; Joris Voorn, Ilario Alicante (antes de su cierre en elrow Stage) o el jefe Adam Beyer, que actuó solo y después realizó el cierre con un b2b con Joseph Capriati. Previamente, antes de sus sesiones en el Techno Cathedral, Anna y Sama' Abdulhadi se midieron en un b2b. Finalmente, también actuaron Juliet Fox y Layton Giordani.



El segundo escenario más grande del festival es elrow Stage, que este año trajo hasta al desierto su temática El Triángulo de las Rowmudas. Un pulpo gigante posando encima de un barco pirata en medio del desierto, esto solo puede pasar cuando hay elrow de por medio. La animación, los hinchables y, como no, el confeti estuvieron presentes durante las 22 horas en el espacio más festivo, y también menos contundente, del festival.


Grandes artistas como Eats Everything, Folamour, Marco Faraone, Vintage Culture, Seth Troxler, Mochakk, Jamie Jones, Cuartero o el mismo Paco Osuna, 15 horas después de acabar su opening, pasaron por el stage llenando de luz y color una pista para más de 10.000 personas. Tampoco faltaron algunos de sus residentes y habituales, en este caso fueron George Privatti, Tini Gessler y Bastian Bux. El cierre, como os hemos avanzado antes, corrió a cargo de Ilario Alicante.



Este año, elrow estrenaba una nueva zona VIP, para solo 50 personas, ubicada detrás del DJ. Nosotros pudimos visitarla, y tenemos que decir, que es una experiencia única y totalmente recomendable. Desde la altura se ve gran parte del recinto y todo el mar de gente enfrente del escenario, mientras que al fondo, impacta el inmenso vacío del desierto, y todo ello, con DJs de este calibre a tu lado.


Uno de los grandes reclamos de este año era la carpa The Moon, que contaba con una pantalla mejorada respecto 2022. Si bien al principio estuvo dedicada al Drum and Bass con Mad Division, Dub Elements, Friction, Sub Focus o Andy C, al caer la noche también oscurecía dentro con BlackWorks, la marca madrileña de Hard Techno que está creciendo a niveles espectaculares.


Tal era el nivel del cartel, que la carpa quedó pequeña durante las 12 horas de showcase, entrar y llegar a primeras filas era misión casi imposible. Si BlackWroks vuelve a Monegros el próximo año, habrá que pensar en darles un espacio más amplio para ellos.



A las 22:00h empezó el showcase con el b2b entre Skryption y Bárbara Lago, ambos DJs son ahora mismo unos de los más destacados dentro del Hard Techno en salas y festivales de nuestro país. El jefe de BlackWorks, Dexphase, les siguió para dar paso a Sara Landry. Después, fue el turno del b2b entre Shlomo y Trym, que finalmente se quedó en una sesión en solitario de Shlomo por no poder asistir Trym. A las 4 de la madrugada llegaba la traca final con SNTS en un b2b con Paula Temple, vimos salir el sol por los lados de la carpa con 999999999 y disfrutamos como nunca con Charlie Sparks y Parfait en un b2b. Como colofón final, Nico Moreno trajo cruasanes y todo lo que queríamos para hacer un cierre a la altura de la situación.


Si algo destaca en el recinto de Monegros es el Airbus A330 real ubicado justo delante de la entrada, que acoge a artistas que actúan en otros escenarios para realizar sesiones totalmente secretas. Es fácil, si no estás en el avión, no sabes quién está actuando, y en las colas se notaba. Si no querías entrar podías disfrutar de las nuevas gradas colocadas en los laterales del avión, pero la curiosidad siempre tienta y era difícil no entrar. Además, este escenario es el único que cuenta con aire acondicionado. 



Con el nombre de The Jet, este año recibió a artistas como Alex Pott, Ion Pananides, Marco Faraone, Bastian Bux, Tini Gessler con una sesión especial orientada al Techno o Charlie Sparks, que nos dejó un momento curioso al pinchar una versión que está trabajando con La Pegatina de la mítica canción "Mari Carmen". También destacamos la sesión de Andrés Campo bajo su alias Kuki, con música remember. Nosotros entramos en el momento que estaba pinchando el británico AnD, contundencia y calidad por partes iguales.


Nos dirigimos hacia la pequeña ciudad que hay dentro del festival. Se trata de Industry City, dos escenarios separados por un Half Pipe de 20 metros que retumba a ritmo de Hard Techno. Colas importantes en todo momento te daban pistas de que lo que pasaba ahí dentro, era algo grande.


Entrando, a la izquierda, te encontrabas con el mainstage de la Industry, lugar donde se pudo disfrutar de Daria Kolosova en un b2b con Etapp Kyle, el showman ascendente Patrick Mason, Anetha, Clara Cuvé en el momento del amanecer, AnD con el sol justo detrás del DJ o un cierre espectacular de la mano de Héctor Oaks.



Si, en cambio, girabas a la derecha, el escenario era el Kierewiet System, con la ya mítica calavera de diablo que hemos visto en otros eventos. Aquí el sonido era más Rave con actuaciones de artistas como Vandal, Protokseed, Neika o Mdtek.


Ahora toca dos escenarios en los que el año pasado no pudimos acceder por las colas, el Corral y el Pajar. Son la esencia pura del festival junto al Open Air, solo con entrar ya te imaginabas como eran esas raves del principio de Monegros. Estaban conectados entre ellos y te podías mover de uno al otro de manera muy cómoda.


En el Corral se pudo disfrutar del House más puro de la edición. Ion Pananides, Alex Pott o Baum fueron algunos de los artistas que actuaron en él, pero, sin duda, los nombres más destacados fueron los de Ron Bacardi, el alias más housero de Ben Sims; la turca Carlita o Seth Troxler, que repitió el cierre de stage del año pasado.



El Pajar estaba dedicado al Drum and Bass nacional, Synbiosis Crew, Oto, Save The Rave, Krusiva o Loop Stepwalker son solo algunos de los más de 16 artistas que pasaron por su cabina durante esas 22 horas.


Ya solo nos queda un escenario, el Greenlight Corner, no os vamos a mentir, este es el que se aleja más de nuestro gusto musical, pero no podíamos hacerle el feo y también nos pasamos por él. El Greelight cambió su ubicación respecto 2022, este año estaba en el círculo cimentado de al lado del avión, donde el año pasado había la zona de food trucks. En nuestra opinión, ahora el escenario queda mucho menos escondido que hace un año. Por aquí pasaron Arise, Killah Dub, Skiat o Kadub entre muchos otros.


Si el año pasado, aún y con algunos puntos a mejorar, nos llevamos una experiencia más que buena, este año ha sido increíble. No nos hemos encontrado con ningún problema en ningún sentido y esto solo se consigue de una manera, trabajando mucho y escuchando a la gente. ¡Nos vemos en Monegros 2024!

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